"¡Mira hermano, se ve tu contraseña! Tus dedos mugrosos la dejaron en tu teléfono". Ya me había percatado, pero no le tomé toda la atención suficiente. Afortunadamente, tengo una mica protectora en la pantalla, y efectivamente como buen paranoico que soy, decidí tirarla a la basura, comprar una nueva y modificar mi password de Android cada quince días.
Sin embargo, esta semana la advertencia ha sido global: el sebito natural de nuestros dedos – más lo que se junte con esas deliciosas papas fritas – se traza y deposita con tanta facilidad en la pantalla del teléfono, que puede revelar a otras personas nuestro password en los sistemas Android.
Confesaré que al comprar mi primer Android me fascinó la forma en que se bloquea el teléfono para desbloquearse con un movimiento rápido de los dedos. Sin embargo, el rastro grasiento y la imposibilidad de pasar dos veces por un mismo punto en cada uno de los nueve sectores que conforman la clave de esta pantalla de seguridad, deja muy vulnerables a estos dispositivos.
Y es que el “caminito” de los dedos es muy fácil de recordar, tan sólo basta verlo, y tratar de realizarlo de ida, y realizarlo de regreso.
La revelación la han encontrado personalmente algunos usuarios de Android, pero ahora la alerta ha sido oficial gracias a investigadores de la Universidad de Pennsylvania.
Los resultados de su investigación indican que el patrón de desbloqueo se revela fácilmente con al fotografiar la pantalla, y modificándola en un editor básico de imágenes para subirle el contraste.
El problema tiene varias maneras de prevenirse, la opción que yo he tomado es el cambio constante del patrón. La otra, cargar con un mini rociador de windex y paño para limpiarlo a conciencia cada vez que lo desbloqueemos, sobre todo después de recetarnos un bote de Kentucky Fried Chicken.
En Android 2.2 tienen ya la opción de ingresar al teléfono con números, lo cual imposibilita que la grasita de las manos revelen nuestra más oscura información del celular, y que dada la alta capacidad de integración de Android y Google, ya no sólo se trata de SMS. En mi teléfono al menos podrían acceder a mi cuenta de Hotmail, a GMail, mi Reader, mi Picasa, Tumblr también, Twitter a través de tres aplicaciones distintas, mis Google Docs, mi listas privadas de YouTube – muy privadas –, y ni qué decir de mi extensa lista de marcadores del Opera Mini y las contraseñas que ya le dejé guardadas.
Así que señores, ¡a limpiar pantallas y a lavarse las manos!
Visto en Gizmovil.
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