Sin meternos en el casi interminable debate al que puede llevarnos hablar del sistema penitenciario, uno de los pilares que lo sustentan es la incomunicación prácticamente total por parte de los prisioneros con el mundo exterior. Pero mientras que en el pasado evitar esta situación podría requerir complejas estrategias, hoy en día nos basta con filtrar un móvil en una celda para que cualquiera pueda hablar con los que están afuera.
Y ese es uno de los problemas que están tratando de hacer frente en Inglaterra, donde ven que cada vez más internos logran hacerse de un teléfono móvil para seguir coordinando actos criminales desde la prisión. De hecho, entre febrero de 2009 y enero de 2010 se confiscaron 4.461 teléfonos y 4.325 tarjetas SIM en las prisiones de Gales e Inglaterra, lo cual es mucho. Es una cifra un 400% mayor a la de hace 3 años y se estima que a nivel nacional hay un teléfono, un cargador y una tarjeta SIM por cada 10 prisioneros. Y en Irlanda la relación sube hasta dos teléfonos por cada tres interno. ¡Muchísimo!
¿Qué hacer entonces? Además de revisar lo que ingresan los visitantes (incluyendo rayos X y revisiones de cavidades, ¡ouch!), se ha decidido empezar a entrenar perros que puedan oler un móvil, esté escondido donde esté escondido. Sí, incluso en tu trasero. Con ustedes, Murphy, el primer perro olfateador de móviles.
Y ese es uno de los problemas que están tratando de hacer frente en Inglaterra, donde ven que cada vez más internos logran hacerse de un teléfono móvil para seguir coordinando actos criminales desde la prisión. De hecho, entre febrero de 2009 y enero de 2010 se confiscaron 4.461 teléfonos y 4.325 tarjetas SIM en las prisiones de Gales e Inglaterra, lo cual es mucho. Es una cifra un 400% mayor a la de hace 3 años y se estima que a nivel nacional hay un teléfono, un cargador y una tarjeta SIM por cada 10 prisioneros. Y en Irlanda la relación sube hasta dos teléfonos por cada tres interno. ¡Muchísimo!
¿Qué hacer entonces? Además de revisar lo que ingresan los visitantes (incluyendo rayos X y revisiones de cavidades, ¡ouch!), se ha decidido empezar a entrenar perros que puedan oler un móvil, esté escondido donde esté escondido. Sí, incluso en tu trasero. Con ustedes, Murphy, el primer perro olfateador de móviles.
Visto en Gizmovil.
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