Hay que señalar que la GPU que lleva el Galaxy S es la PowerVR SGX540, mientras que la del Droid X es la PowerVR SGX530, justo un escalón por debajo. Para hacernos una idea, el iPhone 4 monta la PowerVR SGX535, a caballo entre las dos anteriores. En los tests realizados queda patente que el Galaxy S vapulea con fuerza al resto de androides del mercado, dejándolos a bastante distancia en según que pruebas.
Aquí tienes algunos de los resultados obtenidos con diferentes benchmarks realizados:
Teniendo en cuenta que todos ellos funcionan bajo Android 2.1 -a excepción del Nexus One con Android 2.2-, los resultados muestran que el Galaxy S obtiene unos resultados sorprendentemente buenos. Imaginamos que con la futura actualización a Froyo estos números serán aún mejores.
Si además quieres comprobarlo con tus propios ojos, aquí tienes un vídeo demostrativo.
Visto en Engadget.
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