Y si bien la misma compañía creadora había dado por terminado el ciclo del Kin, era de esperarse que se acabaran de vender las unidades restantes para finalizar la historia de este móvil, al menos de manera digna, cosa que no sucedió ya que en Verizon adelantaron los planes, pasando la pelota del fracaso (los equipos) de vuelta al campus en Redmond, o donde sea que Microsoft les tenga un lugar.
Recordemos que entre los motivos del fracaso están los altos precios que la misma Verizon fijó para los planes de voz y datos del teléfono, además de algunas falencias técnicas que terminaron por derrumbar lo que se había construido. Suponemos que tanto en la operadora como en Microsoft quieren dar vuelta la página, considerando que ya se viene Windows Phone 7, donde la cosa sí va en serio.
Visto en Wayerless.
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