Hay que tener en cuenta algunos datos que son bastante desafortunados para Microsoft. Por ejemplo: han gastado aproximadamente mil millones de dólares durante los últimos 3 años para desarrollar y lanzar el ya discontinuado Kin, que tenía un pequeño vistazo de lo que hoy se conocerá como Windows Phone. También se han gastado unos 500 millones de dólares en comprar Danger, 2 o 3 años de salarios para el equipo desarrollador del Pink, más los gastos de miles de encuestas para potenciales consumidores/testeadores del Kin y otros 240 millones de dólares para eliminar los Kins defectuosos del mercado.
Teniendo en cuenta todos esos hechos, y sabiendo que Windows Phone 7 es un proyecto de muchísima más importancia para Microsoft de lo que pudieron haber sido los teléfonos Kin, podemos hacernos una idea aproximada de lo que están gastando para que este nuevo proyecto “salga adelante”, además de que hace por lo menos 2 años que vienen buscando un sucesor de los Windows Mobile 6 (con todas las pruebas y errores que eso lleva y los gastos correspondientes).
A todo lo anterior debemos sumarle los salarios y e tiempo gastado por cada individuo en otras divisiones de Microsoft donde trabajan en conjunto con el equipo de Windows Phone 7 para agregarle el soporte para juegos, Office, servicios basados en la nube, y herramientas de desarrollo general. En este grupo incluimos a la unidad de Xbox/Xbox Live, Windows Live, el equipo Azure, los servicios de Zune para audio y video y la división de desarrolladores. Por todo esto podemos decir que Windows Phone 7 es uno de los poquísimos proyectos de Microsoft en los que se involucra a tantos equipos diferentes para trabajar en conjunto.
Otro aspecto que también consume recursos es la “evangelización” de los usuarios por el futuro Windows Phone 7, por lo que se hicieron code camps, concursos y demás eventos. En cada uno de esos eventos se han entregado miles de teléfonos a desarrolladores varios para que pudieran construir sus propias aplicaciones y testearlas en persona. Incluso se le han dado garantías en efectivo a algunos desarrolladores para que crearan aplicaciones exclusivas.
Como si todo esto fuera poco, Microsoft también tiene una agencia de publicidad (Crispin, Porter + Bogusky) encargada exclusivamente para crear la campaña (o campañas) para Windows Phone 7. Casualmente es la misma agencia contratada para hacer la publicidad del propio Windows 7, donde se contrataron figuras como Seinfeld, la conocida campaña “Laptop Hunters” y varias otras, para lo que se gastaron aproximadamente 300 millones de dólares. Ni siquiera hablemos de lo que ya habían gastado en la promoción del fracasado Windows Vista!
Ahora bien, podemos redondear en que Microsoft ha gastado poco más de mil millones de dólares hasta ahora en esta campaña y lanzamiento, teniendo en cuenta que ha ganado 62.5 mil millones de dólares en lo que va del año fiscal. El talón de Aquiles que tiene Microsoft en estos momentos no es el gasto desmesurado de dinero, sino la falta de credibilidad para con los usuarios, algo que le hace el terreno casi imposible para competir contra iPhone o Android que dan respuestas casi inmediatas a las inquietudes y problemas de los usuarios (salvo el problema de Antennagate, pero eso es otra cosa). Si mil millones de dólares fueran lo único que Microsoft necesitara para volver a ganar la confianza de los consumidores, todos podemos entonces concordar en que lo pagaría sin siquiera dudarlo, pero aún así somos muchos los que pensamos que ni esto le va a alcanzar.
Visto en Celularis.
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