Dos equipos de Samsung exploran nuevos usos para la pantalla

Se presentaron en Estados Unidos dos nuevos teléfonos de Samsung que buscan separarse del resto al ofrecer algo levemente diferente al resto en lo que respecta a las pantallas. Es muy poco probable que lleguen al país, pero aun así son interesantes por lo que proponen y podrían llegar a permitir. Ambos están para Verizon (redes CDMA) así que acá no funcionan. Pero como digo siempre, nada impide que hagan una versión GSM para el resto del mundo.

El más interesante (para mí, al menos) es el Continuum, que es básicamente un Galaxy S (de hecho, así lo promociona la compañía, y el hardware es casi idéntico) pero con una particularidad: tiene una pantalla central de 3,4″ y una segunda pantalla de 1,8″ que funciona como notificador sencillo, y que te permite ver información rápidamente sin tener que encender toda la pantalla y gastar batería.

En rigor, y tal como encontró la gente de Engadget, se trata de una única pantalla que el sistema operativo divide en dos. La parte principal se apaga por completo y sólo queda encendida la inferior, de 480 x 96 pixeles. Todavía no está abierto a desarrolladores (es decir, sólo Samsung decide qué aplicaciones pueden mostrar información allí) pero como idea es genial.

De la misma manera que los móviles de antaño podían mostrar en una pantalla exterior si teníamos mensajes o llamadas perdidas (estoy pensando en el Motorola W396, por ejemplo), o algunos Nokia tienen un reloj como salvapantallas, aquí Samsung aprovecha las virtudes de las pantallas OLED para encender sólo la parte inferior de la pantalla y mostrar (a juzgar por las imágenes) bastante información.

El otro teléfono es el Zeal, sucesor del Alias 2; es más básico, pero tiene un teclado de doble bisagra (es decir, se abre en forma vertical u horizontal, como el Nokia N92), e intenta resolver un problema eterno: cómo lograr que un teclado funcione igual de bien en forma vertical y horizontal. Para eso usaron tinta electrónica, lo que les permite cambiar la función y la orientación de los rótulos en las teclas según se esté usando el teléfono.

Yo me hubiera jugado un poco más. Idealmente, las teclas no tienen la misma forma en un teclado horizontal que en uno vertical (lo que de una manera queda más ancho que alto invierte la proporción al usarse en el otro sentido). Usando un teclado virtual se hubieran ahorrado este problema; usando tinta electrónica podrían haber mantener el teclado visible todo el tiempo casi sin gastar energía, ya que la tinta electrónica sólo consume electricidad cuando tiene que cambiar de estado (es decir, cuando las bolitas que forman los pixeles cambian de posición para mostrar su parte negra o para dejar de hacerlo).

No tendríamos la sensación táctil irremplazable que permite un teclado físico, pero sería un avance. Y permitiría que otras aplicaciones (un juego, por ejemplo) cambiara ese teclado virtualmente por otro más acorde al momento, con botones grandes de control, de disparo, etcétera.

En fin, un par de ideas más mientras sigo pensando en cómo sería mi celular si yo diseñara estos dispositivos.

Visto en Movilandia.