Y llegó Microsoft con Windows Phone 7 con una muy buena respuesta: una interfaz que solo puede tocar Microsoft a excepción de algunos pequeños detalles que las operadoras y las marcas pueden modificar, pero básicamente no hay posibilidad de implementar encima de su interfaz otra diferente. Y de esto mismo se está quejando ahora Drew Bamford, el director de experiencia del usuario y máximo responsable de HTC Sense en HTC, de lo fieros que son en Microsoft cuando se trata de acceder a su interfaz, simplemente no hay forma de hacerlo y lo máximo que pueden hacer es como han hecho hasta ahora en sus terminales con Windows Phone 7, tener una aplicación llamada HTC Hub y ahí incluir pequeñas aplicaciones como reloj, el tiempo, notas… Son pequeñas aplicaciones útiles si están ahí, pero que no de estar no las hechas de menos.
El problema de HTC Sense es que es necesario sólo en dos ocasiones: cuando la interfaz original es una basura (Windows Mobile 6.x) o cuando necesitas que tu terminal se diferencie del resto por el software ya que tu hardware es más de lo mismo (como en sus terminales Android). No me entiendas mal, HTC Sense tiene sentido en Android porque les hace diferenciarse del resto de competidores, pero es que el resto de competidores con terminales Android también modifican su interfaz, ¿donde han quedado los terminales con Android sin modificar?
Pero yo me alegro de que HTC ni ninguna otra marca pueda tocar la interfaz de Windows Phone 7, porque tal y como está ahora es buena, no perfecta, pero definitivamente es buena. Otro beneficio es que Microsoft así controla las actualizaciones de software sin tener que esperar a que las marcas lo modifiquen, este control tan asfixiante es positivo, pese a lo que se pueda pensar, evita tener que esperar y hoy en día donde la carrera no está en el hardware, si no en el sistema operativo, es importantísimo.
Visto en Gizmovil.
0 comentarios:
Publicar un comentario