Una velocidad de bajada de 150 Mbps por usuario, y de subida de 60 Mbps, se alcanzó en una prueba realizada por el proveedor de redes de telecomunicaciones Huawei y la operadora portuguesa Optimus.
El experimento de prueba de línea LTE (sucesor de la conexión 3G) en la banda de 2.6 GHz, ha demostrando la estabilidad y capacidad del estándar LTE en Portugal, lo que podría proporcionar una experiencia de banda ancha móvil sin precedentes para los usuarios.
La prueba fue realizada por la operadora portuguesa Optimus en colaboración con Huawei, con la intención de actualizar la red móvil y adaptarse a los retos que supone la banda ancha móvil en el futuro cercano.
Gracias a la integración tecnológica con Huawei se ha logrado un uso eficiente de espacio y los recursos energéticos, a través de un diseño verde que permite un importante ahorro del consumo energético de entre 30 y un 70% en comparación con el equipamiento previo.
Con la tecnología desarrollada se mejoran los recursos disponibles para los usuarios y se reducen los costes de despliegue de red, actualizaciones, operaciones y mantenimiento de las mismas.
Esperemos, eso sí con paciencia, que estos experimentos sean cada vez más frecuentes y en un futuro cercano, más de lo que imaginamos, podamos contar con redes móviles de alta velocidad, tan útiles y necesarias para los más impacientes como yo.
El experimento de prueba de línea LTE (sucesor de la conexión 3G) en la banda de 2.6 GHz, ha demostrando la estabilidad y capacidad del estándar LTE en Portugal, lo que podría proporcionar una experiencia de banda ancha móvil sin precedentes para los usuarios.
La prueba fue realizada por la operadora portuguesa Optimus en colaboración con Huawei, con la intención de actualizar la red móvil y adaptarse a los retos que supone la banda ancha móvil en el futuro cercano.
Gracias a la integración tecnológica con Huawei se ha logrado un uso eficiente de espacio y los recursos energéticos, a través de un diseño verde que permite un importante ahorro del consumo energético de entre 30 y un 70% en comparación con el equipamiento previo.
Con la tecnología desarrollada se mejoran los recursos disponibles para los usuarios y se reducen los costes de despliegue de red, actualizaciones, operaciones y mantenimiento de las mismas.
Esperemos, eso sí con paciencia, que estos experimentos sean cada vez más frecuentes y en un futuro cercano, más de lo que imaginamos, podamos contar con redes móviles de alta velocidad, tan útiles y necesarias para los más impacientes como yo.
Visto en Wayerless.
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